La ópera “Gianni Schicchi” demuestra que el género también puede ser cómico y muy divertido

La penúltima obra de un Giacomo Puccini en la madurez creativa, única ópera cómica de su autoría y lanzada con dudas sobre su éxito, se consagró desde su estreno en 1924 en Nueva York
Estrenada este viernes por primera vez en Monterrey por Mexico Opera Studio, los directores Rennier Piñero y Alejandro Miyaki demuestran de nuevo su calidad en el cierre de temporada
Monterrey, Nuevo León, 11 de Julio.- El estreno de la ópera “Gianni Schicchi” la noche del viernes echó por tierra la idea general de que dicho género está estrechamente relacionado con el drama y la tragedia, porque esta obra fue hecha para provocar risas y buen humor.
En el cierre de la sexta temporada de Mexico Opera Studio prevalecieron las risas, la simpatía y, desde luego las grandes voces que pertenecen a la quinta generación de artistas surgidos del MOS.
“Gianni Schicchi”, de Giacomo Puccini, es probablemente uno de los montajes más ligeros de esta compañía, pero no por ello de menor calidad.
La puesta en escena es deliciosa de principio a fin, con personajes disfrutables y hasta entrañables.
La audiencia que casi llenó el Auditorio Carlos Prieto, en el interior del Parque Fundidora, se dejó seducir por una historia de ambición en la que la familia de Buoso Donati descubre, para su sorpresa que cuanto éste muere, todos quedan fuera del testamento.
Deliciosa es esa primera parte cuando se dan cuenta de que ni un florín de la cuantiosa fortuna del difunto será para ellos.
La acción comienza desde antes de la primera llamada, cuando los familiares de Donati deambulan de arriba abajo en la habitación.
Este es un acierto del director de escena, Rennier Piñero, quien motiva a sus artistas para que impregnen el escenario de movimiento y captar la atención del público desde que entra al auditorio y simplemente no puede quitar los ojos de la escena que se desarrolla previa a la “tercera llamada”.
La historia se sitúa en la Florencia, aunque la época no está bien definida. El vestuario de los actores podría indicar que están entre mediados de los años 70 y 80 por las telas metálicas y los sacos de “animal print”, aunque esto es irrelevante.
Lo destacado es el gran talento de los artistas, como la soprano Belén Marín que se llevó la primera gran ovación de la noche con la popular aria “O Mio Babbino Caro”.
En tanto, la mezzosoprano Teresita Mena construyó un personaje divertidísimo al encarnar a la ambiciosa Zitta que, a toda costa, desea la mayor parte de la herencia para ella.
Sin embargo, además de que trae en sus espaldas la responsabilidad de interpretar a Gianni Schicchi, el personaje central, Josué de León, barítono regio, muestra una poderosa voz y una amplia facilidad para la comedia.
De hecho, en la escena en la que asume la personalidad del difunto Buoso Donati, para presuntamente beneficiar a la familia, es verdaderamente hilarante.
Los cantantes fueron acompañados por la Orquesta Sinfónica de MOS, integrada por 26 elementos y con el director Alejandro Miyaki al frente.
Miyaki sabe perfectamente su oficio y logra que los músicos fluyan para matizar cada escena.
“Gianni Schicchi”, ópera en un acto, tuvo una noche de estreno en la que dejó al público con ganas de más. No obstante, al final, los asistentes se pusieron de pie para premiar con sonoros aplausos al equipo.
La puesta en escena se presentará los días sábado 12 de julio a las 20:00 horas y el domingo 13 habrá dos funciones: a las 12:00 y 19:00 horas.
Los boletos pueden adquirirse en la plataforma Eventbrite.
