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Reyna Reyes pide protección integral para adultos mayores; añade seguridad patrimonial

Monterrey, Nuevo León, 12 de agosto.- La diputada local de Morena, Reyna Reyes, presentó una iniciativa para reformar la
Ley de Derechos de las Personas Adultas Mayores, para asegurar su protección
integral y garantizar su seguridad, dignidad e integridad contra diferentes tipos de
violencia.


En el marco del Mes del Adulto Mayor, Reyna Reyes enfatizó que con las modificaciones propuestas se añade la seguridad patrimonial y económica, con el fin de evitar que sean victimas de engaños, manipulaciones o uso de la fuerza para despojarlas de sus propiedades, incluyendo cuentas bancarias, muebles bienes e inmuebles.


La legisladora local reveló que, de acuerdo a cifras oficiales, en Nuevo León ocurren
10 casos diarios de maltrato a personas adultas mayores, quienes sufren violencia
de abandono, psicológica, patrimonial, y sexual.


“Este cambio es crucial para que las intervenciones de las autoridades no solo sean
reactivas, sino también anticipatorias, proactivas y alineadas con los principios
fundamentales de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores”,
sostuvo.


Ante la Oficialía de Partes del Congreso del Estado, planteó: una reforma por
adición de una fracción VII al artículo 4, de un inciso h) a la fracción II del artículo 5,
por modificación de las fracciones V y VI del artículo 4 y de los incisos f) y g) de la
fracción II del artículo 5, todos de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores en el Estado de Nuevo León.


Reyes insistió en que la propuesta conlleva a garantizar que las autoridades
competentes no den por concluidas las intervenciones de forma prematura, sino que
investiguen adecuadamente si el adulto mayor está siendo víctima de violencia
psicoemocional, económica, patrimonial, entre otras, más allá de los signos físicos
visibles de abuso.


“Las intervenciones suelen limitarse a una revisión superficial, en la que solo se
verifica que el adulto mayor esté bien alimentado, vestido y sin signos visibles de
violencia física, sin profundizar más allá de esta evaluación. Como resultado, no se
investiga si el adulto mayor está sufriendo otros tipos de violencia, como la
psicoemocional, económica o patrimonial, que no dejan señales físicas inmediatas.