Reducción de jornada laboral debe considerar realidad de MiPymes

*Canacope Monterrey se pronuncia por una reforma que apoye la formalidad y no incentive la informalidad
*El trabajo digno no se decreta. Se construye con productividad, afirma Catalina Domínguez
Monterrey, Nuevo León, 09 de junio.- La Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope Monterrey) reafirma su liderazgo como voz del sector productivo local ante la propuesta de reducción de la jornada laboral, al señalar que este proceso debe considerar la realidad operativa de las micro, pequeñas y medianas empresas familiares de la localidad.
Catalina Domínguez Estrada, presidenta de CANACOPE Monterrey, expresó para que esta reforma laboral funcione debe integrar: productividad, formalidad y empleos sostenibles para Nuevo León
“Desde Canacope Monterrey reafirmamos nuestro liderazgo como voz del sector productivo local ante la propuesta de reducción de la jornada laboral, con una visión responsable, basada en evidencia y orientada a construir una economía más fuerte, más justa y más formal”, subrayó Domínguez Estrada.
Derivado de la postura nacional de CONCANACO SERVYTUR MEXICO mediante la representación del presidente Octavio de la Torre, la presidenta de CANACOPE Monterrey, reafirma su compromiso tripartita con la Confederación desde su postura como vicepresidenta Coordinadora del estado de Nuevo León, con el gobierno, empresarios y trabajadores para una reforma que no solo reduzca la jornada laboral, sino que fortalezca la competitividad, la formalidad y el bienestar social.
Señaló que, en medio de la discusión nacional sobre la reducción de la jornada laboral, CANACOPE Monterrey levanta la voz en nombre de miles de empresas
familiares, pequeños negocios y trabajadores que conforman el tejido productivo de Nuevo León.
“La reducción de la jornada laboral debe funcionar en la realidad, no solo en el discurso. No estamos aquí para frenar el cambio, estamos aquí para que el cambio funcione”, expresó Domínguez Estrada.
Agregó que la reducción de la jornada laboral no puede discutirse sin reconocer su impacto potencial en la formalidad del empleo. México registra más de 32.7 millones de personas en la economía informal, lo que representa más del 55 por ciento de la población ocupada, contribuyendo con 24.8 por ciento del PIB nacional.
En Nuevo León, aunque los niveles de informalidad son menores al promedio nacional, sigue siendo un desafío: casi 38 por ciento de los trabajadores operan sin acceso a seguridad social, financiamiento o estabilidad legal.
“El trabajo digno no se decreta: se construye con productividad, condiciones reales y políticas que respalden el crecimiento de cada sector”, declaró la presidenta.
Citó que, en el primer trimestre de 2025, Nuevo León lideró la generación de empleo formal a nivel nacional, con 35 mil 823 nuevos empleos registrados ante el IMSS.
Sin embargo, una reforma mal implementada podría desincentivar la formalidad, presionar los márgenes operativos de las micro y pequeñas empresas y comprometer la permanencia de muchos negocios.
Según estimaciones locales, más del 70 por ciento de los negocios de Monterrey y su área metropolitana operan con menos de cinco empleados, por lo que una reducción rígida de la jornada podría implicar costos laborales inasumibles, disminución en horarios de atención, o despidos.
Refirió que el Banco Mundial estima que México es el quinto país de América Latina con los costos más altos para formalizar un negocio, con un promedio de 1,433 dólares en trámites iniciales.
Pero el verdadero obstáculo, señala CANACOPE Monterrey, no está en entrar al sistema formal, sino en permanecer en él: los impuestos y cuotas de seguridad social pueden representar hasta el 50 por ciento de los ingresos de una empresa.
Desde CANACOPE Monterrey, con el respaldo de CONCANACO SERVYTUR y CANACINTRA, se proponen medidas complementarias indispensables:
Simplificación administrativa, a fin de reducir la carga regulatoria y los costos de operación formal. Además, de incentivos fiscales y financieros. Orientados
específicamente a micro, pequeñas y medianas empresas que adopten la nueva jornada laboral sin perder productividad.
Adicionalmente, fortalecer el comercio local. A través de subsidios al empleo, financiamiento preferencial y campañas de impulso al consumo interno.